Es probable que muchos hayáis leído sobre las
conjunciones planetarias que se van a producir en los próximos días.
Como sucede regularmente, por el movimiento de los planetas, astros y
cuerpos celestes, en repetidas ocasiones ciertas posiciones y
cuadraturas dan lugar a movimientos energéticos de mucha potencia, que
mueven oleadas de energías por todo el sistema solar, y que, por
supuesto, son sentidas y notadas en nuestro planeta, por todos y cada
uno de nosotros, consciente o inconscientemente.
Dentro de poco, aunque ya hemos empezado a notarlo,
empezaremos a entrar en una zona de “turbulencias” energéticas de la que
probablemente saldremos alrededor de Septiembre o por ahí. Esto es
debido a que el movimiento del sistema solar, a lo largo de su periplo
galáctico, nos hace encontrarnos con zonas con todo tipo de composición
energética, donde, en algunos puntos y regiones, hay más movimiento que
en otros. Las pulsaciones del centro de la galaxia, y en especial en la
zona del brazo de Orión donde nos encontramos ahora, son muy intensas,
de no ser así no podríamos estar hablando de los cambios energéticos que
está sufriendo el planeta, y los seres humanos, de los cambios de
vibración y de resonancia, ni de este cambio de nivel evolutivo, de
densidad, del que llevamos tiempo hablando. Además, cuando se producen
ciertas conjunciones planetarias, la posición de los planetas determina
la magnificación o reducción de la influencia y ondas que llegan a
nuestra magnetósfera, de ahí que podamos tener épocas de mayor sacudida,
o más tranquilas, según la caña que se nos esté dando desde fuera y lo
que se filtre o no por la posición de cada cuerpo del sistema solar.
Ahora entramos en una época durante la cual esas
sacudidas energéticas se intensificarán durante unos cuantos meses, lo
primero, es que, en breve, en abril, se produce una conjunción que va a
actuar, de alguna forma, como una lupa actúa frente a la luz solar, por
decirlo de alguna manera, magnificando las energías recibidas desde el
exterior del sistema solar, hacia su interior, de forma que la cantidad
de olas de energía que llegan a la heliosfera, y penetran en ella, van a
verse bastante amplificadas en las próximas semanas, dándonos una
oportunidad magnífica de trabajar en nuestro propio crecimiento
personal. Estos efectos se notarán con más fuerza y pesadez en las
líneas temporales más densas o negativas, y con más ligereza y de forma
más “etérica” en las líneas más altas y positivas.
La puerta está abierta, las posibilidades de cambio están aquí para todos
¿Qué sucede cuando impacta tanta energía sobre el
planeta? Que las capas no físicas, primero, se ven afectadas. La primera
noticia, por supuesto, es que la malla energética “de control”, esa de
la que ya os he hablado en otras ocasiones,
va a sufrir daños bastante importantes, en el sentido de que es una
capa que, por el bombardeo de lo que nos va a llegar, en los próximos
meses, se va a ver muy debilitada. Esto tendrá varias consecuencias, ya
que al haber menos “restricción” energética, permitirá a más gente
expandir, consciente o inconscientemente, su conciencia. Esto produce
pequeños “despertares” en las personas, lo cual no significa nada más
que habrá mucha más gente planteándose cuestiones que ahora mismo ni tan
solo cruzan por sus mentes: sobre su vida, sobre quiénes son, sobre su
alma, su ser, su relación con el universo, y cosas así. Es simplemente
el efecto de una apertura energética debido a la eliminación y
disminución de los muros de nuestra conciencia.
Y es que cuando rompes las barreras energéticas que
mantienen el planeta “enjaulado”, aunque sea poco a poco, es imposible
que los seres humanos no expandan, porque es natural en ellos, su propia
conciencia hacia niveles más altos. Los que empiecen a despertar ahora,
en los próximos meses lo harán así, preguntándose simplemente que hay
más allá de la vida, del ser físico que son, de su relación con el
cosmos y la Creación, de este paradigma en el que vivimos y de lo que
sale en las noticias, etc..
Evidentemente, a mayor nivel de conciencia, menores
son los efectos que esta malla “negativa” tiene sobre las personas
actualmente, así que muchos seres humanos, que ya no se ven
prácticamente influenciados por ella, obviarán esos efectos en su
sistema energético, psíquico y mental, porque ya han traspasado estos
primeros velos.
Impacto en el inconsciente colectivo
El segundo punto o cambio más radical se va a empezar
a producir en el inconsciente colectivo del ser humano, pues formamos
otra gran capa que, a nivel del plano mental, rodeamos el planeta, y,
por ende, no estamos exentos de la interacción con las energías del
exterior que entran en la Tierra. Si al romper la malla negativa y
colarse más energía de alta vibración muchas personas individualmente
podrán empezar a expandir su conciencia, también lo haremos a nivel de
las diferentes mentes arquetípicas que conforman el sistema de mente
colectiva humana. Todo el inconsciente colectivo, como una macro piscina
energética que rodea la Tierra, y a la que estamos todos conectados, se
verá también inundado de potentes vibraciones. Y recordad que nuestro
inconsciente colectivo se encuentra, por decirlo de alguna manera,
“debajo” de la malla “de control”, frecuencialmente hablando.
Para entenderlo, podemos imaginar que somos como un
cristal, y todas estas energías como un martillo, que viene a golpearnos
y rompernos (energéticamente hablando), o, podemos imaginar que somos
un hierro al rojo vivo y vienen a moldearnos para darnos una forma más
bella, armónica y con un resultado espectacular, la transformación del
hierro sin forma en una hoja brillante, pura y elegante.
Aquellos sistemas de creencias y grupos arquetípicos
mas rígidos, por ejemplo los religiosos, por ser más “estancos” y menos
flexibles, serán como el cristal frente al martillo, se romperán un
poco, mientras que otras partes del mismo inconsciente colectivo más
abiertas al cambio se moldearán y transformarán como el hierro en algo
mejor, más trabajado, más puro. También es verdad que donde hay más
población, impacta de diferente manera, con más fuerza, que donde hay
menos, pues el campo de conciencia creado en una ciudad no es el mismo
que el creado en una pequeña aldea más aislada.
Esto no quiere decir que las personas a nivel
individual cambien radicalmente de un día para otro. Lo que pasa en los
planos superiores, energéticos, tiene su repercusión a nivel físico con
mucha lentitud, y todo depende de la conexión que cada uno tenga con su
porción de la mente grupal que compartimos. Todos, recordad, como
explicaba en el vídeo sobre el plano mental y las mentes arquetípicas,
estamos influenciados por la mente colectiva de la región, del país, la
raza o la creencia bajo la que vivimos, cada una con su propio campo
morfogenético superpuesto uno a otros. A medida que se van moldeando,
transmutando o destruyendo, nuestro cuerpo mental, principalmente,
sufrirá también cambios, que siguen a los cambios de esas mentes
arquetípicas que nos definen, y propiciará, con el tiempo, que la
conciencia se expanda cada vez más, y cada vez más rápido. Así, los que
aprovechen este “martillo” energético para su crecimiento personal,
tendrán durante los próximos meses una oportunidad de transformación a
un ritmo más rápido que los que se resistan a ello y lo vivan como el
cristal vive el golpe del martillo, ya que estos últimos se notarán,
entonces sí, revueltos, por el desmoronamiento de estructuras de las
cuales no son del todo conscientes, pero que les mantienen estancados y
sin posibilidad de expansión.
Trabajando a favor del cambio, en uno mismo
Ahora, aquí viene el concepto que quiero a tratar de
transmitir en este artículo. Estas energías son tremendamente
beneficiosas, pero todo depende desde el ángulo desde el que se miren,
como ya habéis visto con el ejemplo anterior.
Leía en la red sobre el choque energético que vamos a
recibir, sobre los problemas que puede traer, sobre las disrupciones,
caos y confusión que pueden provocarnos, y quizás sea correcto, en
algunos casos, sin embargo, se trata de todo lo contrario, al menos si
queremos verlo, no desde el lado de la preocupación, sino desde el lado
de la oportunidad. Para hacer lo segundo, hay que trabajar
conscientemente con esta energía, olas, ondas, que ya están llegando, y
no hace falta esperar ninguna fecha en particular para ello en absoluto.
La energía está viva, habla con ella
Toda energía en el universo tiene conciencia. Es
tremendamente importante reconocer esto. No hay un solo átomo en la
Creación que no tenga la marca del creador, y la conciencia del mismo.
Los grandes caudales energéticos con los que nos estamos tropezando
mientras recorremos la galaxia están vivos, y su amplificación por parte
de la posición de los planetas del sistema solar respecto a la Tierra
en estos momentos nos da una gran oportunidad para conectar con ellos.
La forma de hacerlo es tan simple como efectiva,
queremos pedir que la forma en la que estas energías impacten en
nosotros lo hagan de una forma personalizada, y provechosa para nuestro
camino individual, y luego, pedir que nuestro camino personal pueda
servir para ayudar a otros en el suyo. Podemos pedir que se regule la
intensidad en nuestro ser del impacto personal que vayamos a recibir,
dependiendo de la cantidad de catalizador que cada uno desee, pues
tenemos más poder del que nos pensamos y todo esto es perfectamente
viable y sencillo de hacer. Y no hay que esperar a ninguna fecha
especial para ello, como os decía, pues esta energía ya está entrando
por todos lados, y es consciente, y se alegra de que se las reconozca
como tal y se desee su cooperación, en vez de recibirlas con miedo y
preocupación por el efecto que puedan causar. Cada paso que demos en
nuestro crecimiento trabajando conscientemente con estas fuerzas, es una
alegría para ellas, para nuestro ser interior, y para toda la creación,
porque reconocemos que estamos conectados y que todo ayuda siempre a
todo.
Entrad en meditación y haced una petición a las
energías, de forma genérica es suficiente, que entran en estos momentos a
través de las conjunciones y cuadraturas que provocan las alineaciones
de planetas. No dejéis que los procesos mentales y lo que tenemos
implementado en nuestra psique nos haga percibir estos cambios y
detonantes como negativos, pues no hay que pararlas, protegernos de
ellas o luchar contra esos cambios, sino que hay que trabajar a favor y
por el cambio, en uno mismo.
La Tierra también sigue su propio proceso
Para la Tierra, el proceso es idéntico, aunque en
otra escala. El proceso de depuración que vive, de limpieza interna, es
el equivalente a los cambios que nosotros sufrimos en nuestro organismo,
el cuerpo humano, cuando crecemos y evolucionamos, de forma que
constantemente nuestras células, órganos, tejidos, se regeneran,
cambian, y se modifican. Así pasa igual con el cuerpo del planeta y así
usa ella estas mismas energías para sus cambios y crecimiento.
Que la Tierra aproveche estas fuerzas que le llegan
para limpiarse, y transmutar aquello que debe transmutar, y que los
mares, y los volcanes sean benévolos con las llamas que moran en su
superficie.