La
Luna es la Blanca Dama que desde el cielo nocturno derrama su plateada
luz, haciendo que vibren en nuestro interior, misterios que hace mucho
tiempo olvidamos. Asociada a la feminidad, despierta nuestra naturaleza
mágica original y nutre el alma femenina desde tiempos inmemorables.
Ella rige nuestros líquidos, nuestras emociones. Entenderla a ella es
entendernos a nosotros mismos.
En
su perpetua danza alrededor de la Tierra, la Luna se repliega y
despliega sobre sí misma, revelándonos su rostro siempre cambiante. Ella
gobierna el aspecto más sutil de nuestra naturaleza femenina: LOS
CICLOS HORMONALES.
Con
ella nuestra feminidad se ilumina y alcanza la plenitud dadora de vida,
para luego apagarse hasta oscurecer completamente,donde muere y se
descansa en forma de recogimiento interior para gestar en la oscuridad
de su útero una nueva semilla.
La luna solo nos muestra una parte, ¿que misterios nos brindan el lado oscuro de la luna?
En
la LUNA NUEVA, se anuncia el inicio de un nuevo ciclo. Nuestra energía
emerge renovada. Con ella damos aliento y vigorizamos el crecimiento de
nuestras semillas que ya empiezan a crecer en nuestros nidos interiores.
En este tiempo es donde nuestra semilla esta siendo preparada para ser
engendrada. En los ciclos de la mujer está ascociada a la ovulación. El
tiempo donde proyectamos nuestros deseos más porfundos, ser consciente
de nuestros días de ovulación nos brindan una oportunidad mágica de
conectarnos con nuestras semillas, hablar con ellas, programarlas hacia
aquello que queremos dar vida o manifestar.
En
la LUNA CRECIENTE, es el momento de máxima plenitud, es cuando nuestras
semillas están listas para ser plantadas, podemos ver como su energía
aumenta aumentando su receptividad para que la creación se manifieste.
En la mujer está asociada a la fertilidad, a la multiplicacion y
expansión de la materia, a la vida. Conocer nuestro momento más fértil
nos permite sentir cuando es el momento adecuado de engendrar la semilla
para que crezca y florezca vigorosa y fuerte.
En la LUNA LLENA , es cuando nuestra semilla germina y da el fruto, el resultado de nuestro esmero y dedicación.
Cuando
la mujer es enjendrada es envuelta por la magia de la luna, en el
momento de la concepción la influeincia de la fase lunar de ese día
influirá en el nuevo ser que viene. La luna nos informa de como el nuevo
ser enfrentará a su experiencia en este plano.
La
Luna Llena es lo completo, lo entero. En la mujer está asociado a la
conexion con la tierra, a su menstruación entendida y respetada
reconociendo sus misterios y regalos, es el tiempo donde honramos
nuestra femineidad, entregando nuestro elixir a la madre tierra.
En
la LUNA MENGUANTE, es el momento de replegarse al interior, de esperar,
de interiorizar y mirar dentro de nosotros, la luna menguante es el
tiempo de recogimiento e introspección que nos dará la fuerza y la
visión para comenzar el nuevo ciclo de gestación que comienza en la luna
Nueva.
LUNA
ROJA, Durante los días sagrados del Sangrado, dado que nuestra energía
se repliega hacia dentro, la Luna nos aconseja el recogimiento, para
atender nuestras demandas internas. Cuánto siento yo esta necesidad de
quedarme en intimidad con mi regla y mi ritmo, la sangre menstrual es
sangre Fértil, llena de vida que no ha sido engendrada por el hombre
pero no por ello es un desecho falto de vida. Tu sangre eres tú.
Vive
tu menstruación con ilusión por los momentos íntimos y completos que te
aportará. Este sería el ciclo perfecto de nuestra menstruación: ovular
en luna Nueva y menstruar en Luna Llena. Nuestro útero sagrado está
conectado con la tierrra y con la luna, dentro de nosotras vive una luna
que nos hace cambiar y evolucionar a diario, concectate con tu Luna y
decubrirás quien eres en verdad.
Pídele
a la luna que te regule tu ciclo con el de ella, pídeselo hasta que se
cumpla. La Menstruación es el delicado proceso a través del cual las
mujeres refinamos y purificamos nuestra Esencia Femenina. Abrimos
nuestro canal espiritual y renovamos nuestra capacidad creativa.
El
poder de gestar y parir la vida, ya sea un bebé, una idea, un sueño o
un proyecto. Podemos vivirla como una experiencia de fusión con la
Divinidad Femenina,donde conectamos con nuestra verdadera identidad.
En
la antigüedad se hacían ceremonias de la PRIMERA MENSTRUACIÓN,era un
momento sagrado en el que las niñas concluían su infancia, para entrar a
formar parte del círculo de Mujeres Fértiles. Esto ayudaba a sus hijas a
tener claridad sobre el poder de convertirse en mujeres y lo que ello
conllevaba.
LA POSADA DE LA SABIDURÍA
Cuando
la mujer alcanza su madurez y deja de manifestar la semilla en forma de
sangre, toda esa fuerza de vida queda dentro de ella misma, en este
momento de su ciclo alcanza su mayor fuerza y sabiduría y se convierte
en "abuela", en una mujer sabia que nutre a su familia a su cominidad.
Si la mujer durante su juventud no se ha honrado a si misma corre el
riesgo de entrar en esta etapa falta de entendimiento y comprensión de
quien es, llevandola a sentir el síndrome del "nido vacio". Encontrar un
sentido mayor a nuestra existencia es necesarío, la falta de alegría de
vivir nos lleva a la depresión y nos desconceta de la propia vida.
Todos ocupamos un lugar dentro de la creación, los ciclos nos obligan a
evolucionar para poder adaptarnos a los cambios naturales. La belleza no
es patrimonio de la juventud, la belleza es brillar en lo que uno es en
cada momento.
En
la MENOPAUSIA, la mujer entraba en LA POSADA DE LA SABIDURÍA,donde la
sangre retenida en su cuerpo la dotaba de poder mágico y capacidad de
consejo y guía para toda la tribu.
Las
mujeres que acaban su servicio como madres potenciales, es decir, LAS
ABUELAS, también necesitan un rito que les ayude a comprender la
sabiduría de los años, es necesario que honremos a las personas maduras.
Nuestras más remotas ancestras: chamanas, curanderas y brujas,
conectaban con la divinidad cuando " Menstruaban en la tierra". A cambio
la madre Tierra, les revelaba las propiedades y medicinas de las
plantas, así como las visiones y sueños que las guiaban y sanaban a
ellas y a su comunidad. Ellas vienen a recordarnos el poder de la
menstruación, y la importancia de sanar nuestra relación con ella. Para
obtener el poder de sanarnos y sanar a la Madre Tierra. Podemos ofrecer
nuestra sangre menstrual a la Tierra, para propiciar el despertar de la
Diosa y de la Sacerdotisa, en el seno de cada mujer. LA SANGRE MENSTRUAL
ES EL PODER DE LA MUJER.
OFRENDAR TU SANGRE A LA TIERRA.
Regalar
nuestra sangre menstrual , nos ayudará en las dificultades
ginecológicas, problemas con la menstruación,infertilidad y obstáculos
en la concepción.
Consiste
simplemente en ir cada mes a algún sitio de la naturaleza que nos
inspire, quedarnos solas con nuestra intimidad o acompañadas de nuestra
pareja, cavar con una piedra un agujerito en la tierra y depositar
nuestra esencia.Si no podemos en los días en los que estamos con la
regla, la recogemos en una botellita mezclada con agua de manantial y
cuando podamos ir a la naturaleza, la dejamos en ella toda nuestra
entrega. Sin lugar a dudas, todo lo que regalemos a la gran Madre
Tierra, ella nos lo devolverá.
Siempre
que viajes y te encuentres con una playa o un bosque que te guste,
podemos nutrirlo y vincularnos a él entregándole nuestro elixir,
recibiremos a cambio su enseñanza, su inspiración y su magia..Para ello
guarda en una pequeña botellita un poco de sangre diluida en coñac para
que se conserve y entregarla a ese lugar especial para ti.¿ Sabes qué
pasa cuando sembramos nuestra sangre en la madre Tierra?
Ella
lee nuestra línea genética, nos reconoce porque somos sus hijas, y
sabiendo quienes somos y cómo está nuestro estado de salud física,
emocional y espiritual. Reestructura nuestros datos y empieza a trabajar
para devolvernos nuestra verdadera identidad.
GRACIAS MADRE TIERRA! GRACIAS HERMANA LUNA!