Lectura, el domingo día 15, de la CARTA que el posteriormente Matías entregó al Papa Francisco.
El sentir e intención de toda una Red que desea una evolución desde el AMOR INCONDICIONAL.
VIBRANDO UNIDOS por un mismo propósito!!!
La Carta entregada al Papa Francisco
El sentir e intención de toda una Red que desea una evolución desde el AMOR INCONDICIONAL.
VIBRANDO UNIDOS por un mismo propósito!!!
La Carta entregada al Papa Francisco
Papa Francisco:
Desde
diversas partes del mundo, varios peregrinos de la conciencia nos
estamos uniendo bajo un mensaje de Unidad que tiene por objetivo plasmar
el Cielo en la Tierra.
Desde
mi infancia, comencé a recibir mensajes del Cielo y de la Naturaleza
sobre un plan que los une en una evolución conjunta, al cual yo llamé el
“Ater Tumti”: el Cielo en la Tierra.
Al
crecer y compartir mis mensajes, muchas personas se sumaron a él pues
todas en el interior compartíamos la misma verdad, a pesar de que cada
uno la veía de un modo diferente.
La
única Verdad, la Verdad Universal, aparece frente a nuestros ojos
cuando sus mensajes son dichos y unidos por las personas que desde la
neutralidad reconocen que la Divinidad está en todo, y que sus formas
son sólo herramientas que elegimos para vivirla.
Nosotros comenzamos a integrar las formas, e iniciamos un viaje de Unidad llamado el Harwitum: el Camino del Norte al Sur,
el cual pretende unir la red de la historia y culturas del mundo desde
el espíritu, reconociendo nuestra relación directa con la tierra y el
universo, y a través de su reconexión, permitir el descenso del cielo en
la tierra.
Para
lograrlo había que abrir las puertas del cielo. En nuestro cuerpo
biológico la puerta del espíritu es la glándula Hipófisis, que conecta
la divinidad a cada órgano movilizando las hormonas que nos hacen ser
día a día quienes somos y quienes proyectamos ser.
La
sociedad no es más que un reflejo del humano, y por esto, sus templos,
pirámides, centros de culto, mezquitas, iglesias y catedrales, son las
Hipófisis de la civilización, donde el espíritu da sentido a la realidad
y la moviliza.
La
Hipófisis es la Llave mediante la cual puede abrirse la puerta del
Espíritu a nuestra vida y transformarla, desde el interior, desde lo
orgánico y cívico, con lo cual los mensajes que durante el 2012 recibí,
empezaron a hablarme de que sería el tiempo de girar la Gran Llave del
Norte hacia el Sur, y que Francisco sería quien abriría el camino para
lograrlo.
Desde
aquel momento, he llevado conmigo la cruz Tau de San Francisco de Asís,
quien también había reconocido a la naturaleza como vehículo de la
divinidad, pero jamás hubiese pensado que el próximo Papa se llamaría
Francisco y vendría del Sur.
Ahora
sé que usted puede girar la llave, el Vaticano, para abrir las puertas
del Cielo, girando el poder del norte hacia el sur, permitiendo así que
los países del sur podamos comenzar a plasmar una civilización acorde al
Divino.
*El por qué ir a Roma y qué significa girar la Llave
La
Llave, hace referencia a la forma del Vaticano, a sus emblemas y al
mandato de San Pedro, el portador de las llaves del Cielo. Esta llave
estuvo siempre controlada por el norte, y todos sus secretos y mandatos
yacen bajo ella, custodiando la Verdad hasta el momento en que los
Cielos descendieran sobre la Tierra. Girar esta llave es permitir que
todos los conceptos ocultos fluyan hacia el Sur, y los conceptos que el
norte ha dominado, se puedan plasmar en la Nueva Tierra. Esto es un
símbolo de cambio basado en la Sagrada Trinidad:
Los cristianos lo llaman Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero antes la
llaman Padre, Madre, Hijo. Aunque en la filosofía se conoce como
Espíritu, Alma y Cuerpo, lo que la cultura conoce como Sonido, Luz y
Forma, o la ciencia como Frecuencia, Energía y Materia.
Nuestro
propósito es colaborar con la transformación de los conceptos girando
su sentido hacia lo original, volviendo a los principios, para reconocer
que la palabra, el sonido, la música, la frecuencia, es la clave para
la transformación libre que nos ofrece el Amor Incondicional.
El
Amor Incondicional, es un amor sin condiciones, libre, es por esto que
para lograr que el espíritu se exprese en nuestras vidas, debemos
expresar el amor desde la liberación de nuestros propios sistemas de
creencias, liberando a los demás de sus creencias y de nuestras
percepciones. Ser libres de nosotros mismos, y liberar así a los demás.
-El vaticano como hipófisis
Si
nuestro mundo es una extensión biológica, nuestra sociedad lo es
también, y los templos representan así, los centros de conexión de una
ciudad con su espíritu. Por esto mismo, en nuestra cultura global, el
vaticano es la Hipófisis de todas las hipófisis del mundo. Si un gran
cambio de conciencia se genera desde allí en la apertura de la
información, en el apoyo a la transformación del cuerpo social, en el
replanteo de las bases, la esencia, dejando ir las formas y las ideas,
todo el mundo comenzará a cambiar, a pesar de que muchas partes del
cuerpo opongan su resistencia, lo cual no es más que un síntoma de su
costumbre sedentaria.
-Cambio del sistema ideológico al biológico
Esto
se refiere a que en el momento en que los humanos perdimos el contacto
con lo divino, sintiéndonos perdidos en este mundo, olvidando nuestra
propia divinidad, nos desconectamos de nuestra evolución biológica y
divina en la tierra, creando ideologías que generaban sistemas paralelos
al desarrollo armónico del paraíso realizado en este mundo, los cuales
nos llevaron a los conflictos actuales, los cuales creamos nosotros
mismos. Por esto, planteamos el hecho de volver a la aplicación
biológica de la divinidad para poder ingresar nuevamente en el flujo
evolutivo de este mundo.
-Tomar conciencia de un nuevo mundo.
Como
en todas las culturas, tradiciones y religiones se dice: estamos a los
pies de un gran cambio, de una nueva era que traerá una nueva humanidad.
Sin embargo, esto sucede siempre, constantemente, debido a que la
evolución es algo constante, por lo cual siempre nos sentiremos cerca
del momento del cambio, pues somos siempre partícipes de la posibilidad
de transformarlo todo. Hoy, la libertad que siente nuestro ser de poder
pensar por sí mismo, nos lleva a uno de los tiempos de mayor
flexibilidad para co-crear un sistema capaz de permitir la
transformación que la evolución necesita. Éstos son los nuevos tiempos,
de este entonces…
-Propósito de la Fundación Arsayian
La
fundación que formamos en el año 2013 en Venado Tuerto, Argentina,
tiene como fin colaborar en la transformación de nuestra sociedad hacia
un mecanismo de evolución biológica que colabore en el desarrollo
armónico del espíritu, el ser, el humano y la Tierra, basando sus
principios en la sagrada trinidad mencionada. La intención es compartir
actividades de concientización sobre una realidad diferente, generando
actividades que colaboren en una mejor comprensión integrada de la vida
en el mundo, aplicando y construyendo bases para sistemas aplicados a la
educación, salud, economía y política, entre otras.
En
las plazas suelo explicar que el sistema actual es a la Tierra lo que
una enfermedad es para nuestro cuerpo: no es algo malo, es sólo la
muestra de una inminente transformación que el cuerpo, el mundo, aclama
ante algo que no ha podido ser integrado y trascendido.
Todo
lo que podemos criticar, sea el sistema que sea, es sólo criticable por
ser un reflejo de nuestras propias incapacidades. Es por ello que desde
nuestro movimiento, no hemos venido a criticar ni juzgar, sino a unir
fuerzas, honrar y agradecer para integrar y trascender la historia. Pero
son los que crearon el sistema quienes sólo pueden verdaderamente
cambiarlo, y lo harán sólo si están coherentemente en la Verdad y el
Amor. No queremos cambiar porque lo que existe ya no nos gusta o es
malo, sino que queremos cambiar todo porque Dios, desde su amor, nos
entregó el don de la evolución, de la transformación, que es el mayor
anhelo y regalo que hemos recibido y que nos ha hecho lo que hoy somos y
nos permitirá ser lo que nuestro potencial nos tiene por entregar, sólo
si nos entregamos al cambio también, unidos.
El
Vaticano, su Iglesia, nuestra Iglesia, y la del mundo, ha creado un
sistema de amor basado en el dolor y el sufrimiento, y que tímidamente
hoy está cambiando a la alegría y aceptación, y confiamos que sus formas
se abrirán, pues sólo quienes desde dentro crearon y confiaron en este
sistema que se ha estancado, pueden desde su amor transformarlo.
La
propuesta es que en algún momento, sin miedo, sino con amor, pudiese
ser ofrecida la historia humana que yace bajo el Vaticano, archivos que
esconden nuestra luz, y que sé que han guardado por nuestro propio bien,
pero que en este nuevo tiempo necesitamos reconocer para saber quiénes
somos, cerrar una historia en amor, y trascender a una nueva realidad
reconociéndonos como lo que somos.
No
hay mayor libertad y amor para el ser que reconocer su historia para
comprender su presente y construir su futuro... y la Iglesia tiene en
sus manos poder ofrecer semejante amor incondicional al mundo, mediante
el reconocimiento de que todos somos hijos iguales ante Dios, y que su
mayor anhelo es que podamos reconocerlo.
En
sus manos pues, está la máxima ofrenda que los últimos 2000 años
pudieran entregarle a las generaciones de los próximos 2000: girar la
Llave, liberando el Cielo en la Tierra, el reconocimiento de nuestra
divinidad, para la construcción de nuestra nueva verdad en Amor, en
constante transformación.
Fue
la evolución la que nos hizo ser lo que somos, y es transformándonos y
reconociéndonos lo que nos hará ser lo divinos que estamos destinados a
ser.
-“Lamek, poco cuidado has tenido…”
Un día antes de recibir el llamado de Monseñor Karcher, las voces del cielo me repetían una y otra vez esta frase… Lamek, poco cuidado has tenido…
Jamás
leí la Biblia, y para ser sincero, sé muy poco de religiones, tal vez
eso me hace amarlas a todas por igual, y confiar en los mensajes que
recibo. No sabía quién era Lamek, así que busqué en internet. Tras mucha
búsqueda, me quedé sorprendido en lo que descubrí. Lamek es
probablemente, desde la visión de las creencias cristianas, uno de los
personajes más importantes, y a la vez poco nombrados popularmente, que
ha marcado nuestra historia actual.
Supongo que sabe a quién me refiero… No al padre de Noé, sino al Séptimo descendiente de Caín. “Siete veces siete mi nombre será vengado”.
Lamek, pues, descendiente de la estirpe de Caín, fue uno de los grandes
pecadores de la historia, primer bígamo, asesino, y bárbaro, quien tuvo
el atrevimiento de condenar a su propia descendencia con tal de
sostener el poder y el control, y quien se atrevió, según las
escrituras, a decir: “Setenta veces siete mi nombre será vengado”.
Si
tomamos esta historia con un origen de hace 26 mil años (momento del
surgimiento de nuestra humanidad), y tomamos 77 años por generación,
multiplicado por 70 por 7, nos da más 37.000 años de historia. Esto
significa, que Lamek, castigó por su avaricia a toda nuestra historia.
Le
comparto esta historia porque las bases de la Iglesia y de muchas
creencias de Medio Oriente tienen su origen en las leyendas de Caín,
Abel y Set, hijos de Adán y Eva, bases que han moldeado nuestras
realidades, y razón por la cual concientizándolas, podremos integrarlas y
salir de los errores del pasado, que no fueron más que experiencias no
asimiladas.
Su
enjuiciamiento, en cierta forma, muestra cómo una de las primeras
humanidades, condenó a la decadencia, a la desconexión, a la pérdida de
propósito y verdad, alejándonos del amor mediante el miedo y la
confusión, la persecución y el juicio. Pero la historia puede ser
sanada, lo cual no significa que lo logremos en esta vida, pero sí
podemos comenzar hoy a liberar nuestra historia, a abrazar a Lamek,
amarlo y entregarle a toda la historia el Amor que no pudo vivir ni
reconocer, y sólo lo podemos lograr desde la liberación de dichos
patrones, dejándonos transformarnos libremente, soltando, como nos
enseñó Jesús.
Amando
al prójimo, reconociendo que no hay templo donde encontrar a Dios, sino
que allí donde se levante una piedra, le encontraremos.
Por eso, es tiempo de levantar la Piedra más grande, San Pietro, y descubrir la verdad de Dios que se esconde debajo de ella.
El reconocimiento de nuestra verdad, “sólo la Verdad os hará Libres”.
Estamos
ahora en un tiempo que se nos ofrece para sanar nuestras propias
creaciones e integrar y trascender nuestras propias experiencias. La
pregunta es si realmente tenemos el coraje de aceptar tanta libertad
propia y de los demás, de reconocer a Dios en cada ser vivo, más allá de
la religión o creencia. Preguntarnos si estamos realmente dispuestos a
colaborar con el Plan de Dios, que es transformarnos constantemente en
un camino de amor y alegría, en el cual el sacrificio no es más que la
perseverancia y constancia de poner en práctica nuestras habilidades más
amadas, al servicio del Todo.
Estamos
entrando en un nuevo tiempo y espacio, y esto no es cuestión de
preguntarnos si elegimos hacerlo o no, esto simplemente es cuestión de
preguntarnos cuándo y cómo lo haremos.
La
propuesta es hacerlo Siempre desde Hoy, y la manera es mediante la
Libertad y aceptación de Todo lo que existe, incluso de la oscuridad,
que no es más que un hijo del Divino, un adolescente que aún no se ha
podido encontrar consigo mismo, y que mediante nuestra vida, le estamos
ayudando a hacerlo. Reconociéndonos y transformamos, sólo estamos
expresando el deseo del divino.
-Las claves de la libertad
Dos
Árboles son los pilares de nuestra existencia, de cuyas ramificaciones
nació el Todo. El Árbol de la Vida, es la evolución, el amor, la
transformación, es el origen de dos seres, de nuestro padre y madre, que
algunos llaman Adán y Eva, y hoy algunos reconocen como la Doble Hélice
del ADN. La espiral, es un tronco firme que se ramifica, y desde su
interior, se puede transformarlo todo.
El
Árbol de la Sabiduría, era el segundo árbol, que daba razón y
conciencia, propósito, a la vida, mas si dicha sabiduría se utilizaba
para el control, para la mentira, la confusión, este árbol entregaría
los peores pecados: avaricia, poder, odio, control…
Ambos árboles son sagrados, y ambos existen en nuestro interior.
Los podemos llamar alma y espíritu en un cuerpo, o también sangre y neuronas.
El
potencial de la vida y el potencial de la conciencia, la unión de los
árboles, están en nuestro interior, y unidas pueden generar la libertad
mayor, que no es la opresión del externo, sino la represión de lo
interno.
Con todos estamos compartiendo estas simples claves que iluminan nuestro ser:
*Somos
lo que comemos, nuestros alimentos se hacen sangre, nuestra sangre es
el ADN, el ADN conforma ambos árboles de la Existencia: si comemos luz,
seremos luz desde nuestro interior, y la luz nace de los árboles,
quienes la respiran: en los frutos y las semillas, está la luz que nos
hará libres en el interior.
*Aceptando
y reconociendo que todo es creación del Divino, reconoceremos que la
luz y la oscuridad son hermanos, y no enemigos, los cuales se unirán si
logramos perdonarnos, unirnos, y agradecernos por lo que nos enseñamos.
Ayudando
a que todos nos reconectemos con nuestra verdad interna, la de cada
uno, veremos la verdad fluir en las vidas del mundo, enseñando a la
gente a aprender de sí mismos, sin dependencias.
Tal
vez si es el corazón de la iglesia, desde el corazón, que los mensajes
del cambio se realizan, el mundo podría volver a encontrar la luz, no
fuera, sino dentro, construyendo al fin: catedrales en nuestros corazones.
Sin
más que decir y manifestando nuestro mayor apoyo a la labor de esta
apertura, te agradecemos por haber elegido cumplir este rol que va más
allá de una religión, sino que es para todos.
Matías De Stefano